La candidiasis es una infección ocasionada por alguna de las variantes de hongos de la levadura cándida.
Estos hongos residen, generalmente, en piel, boca, tubo digestivo o vagina, sin generar daño alguno. Hasta que se dan las condiciones apropiadas para que el hongo cándida prolifere, infectando membranas mucosas o zonas húmedas de la piel.
Por regla general, la candidiasis afecta a boca, uñas, axilas, ingles, espacios entre los dedos, pene sin circuncidar, piel bajo las mamas o pliegues de la piel del estómago.
El lugar en el que se localice la infección, decidirá el tipo de candidiasis que padecemos y sus síntomas.
Candidiasis y sus causas
De entre las causas que originan la candidiasis, encontramos:
- Los climas cálidos y húmedos.
- La ropa interior sintética y ajustada.
- La mala higiene.
- La poca asiduidad a la hora de cambiar el pañal o la ropa interior.
La candidiasis es una infección muy común, cuya incidencia crece debido al incremento de enfermedades que debilitan el sistema inmunitario, como el VIH, cáncer, diabetes o enfermedades autoinmunes.
El uso frecuente de antibióticos también puede provocarla, puesto que los antibióticos eliminan las bacterias que compiten con cándida en el organismo, haciendo que esta se fortalezca y prolifere.
El embarazo es otra causa común de la candidiasis, por los cambios hormonales que conlleva y el consecuente aumento del nivel de estrógenos, sobre todo durante el segundo trimestre.
Los corticoides y tratamientos inmunosupresores, al reducir las defensas, también favorecen la candidiasis.
Y es muy común en bebés menores de seis meses y en personas de edad avanzada, sobre todo en forma de candidiasis oral o dermatitis del pañal.
Cuando la candidiasis se complica
Aunque raramente supone un riesgo para la vida, la candidiasis genera molestas infecciones bucales, cutáneas y vaginales.
Es importante que tomemos las medidas de prevención adecuadas porque, aunque la candidiasis no suele conllevar un riesgo vital, en ocasiones se complica, derivando en enfermedades graves como la candidiasis invasiva o la candidemia, que llevan a la hospitalización, la necesidad de practicar cirugía mayor y una propagación de la infección en ojos, riñones, válvulas del corazón y cerebro.
Para determinar si padecemos o no de candidiasis, el médico puede apoyarse solamente en nuestros síntomas.
Pero, para confirmar el diagnóstico deberá identificar el hongo que ha generado la infección mediante una prueba fúngica, consistente en realizar un cultivo de nuestra sangre y otros tejidos.
También puede solicitar una prueba de sangre, llamada panel T2Candida, o una PCR.
¿Cómo prevenir la candidiasis?
Para ayudar a prevenir la candidiasis existen algunos comportamientos, relacionados con nuestros hábitos de vida, que debemos tener en cuenta:
- Evitar llevar la ropa de baño mojada durante largo tiempo.
- No usar ropa que nos irrite la piel o que nos vaya extremadamente ajustada.
- Tener una buena higiene bucal, cepillándonos los dientes varias veces al día.
- Mantener la zona genital limpia, limpiándonos de vagina a ano (no al revés) y secando bien la zona. Se recomienda el uso de geles suaves y no perfumados, con un pH neutro entre 3.5 y 5.5
- Practicar sexo seguro. Utilizando medidas anticonceptivas y de prevención de enfermedades, como es el uso del preservativo.
- Durante el ciclo menstrual, son preferibles las compresas a los tampones. Hay que cambiarlas con frecuencia y evitar el uso continuado de salvaslips.
- Limitar la toma de antibióticos. Si hemos de llevar un tratamiento con antibióticos, tomemos alimentos probióticos para contrarrestar.
- Reducir el alcohol, los azúcares, la levadura, el trigo y los hidratos de carbono simples y refinados.
- Evitar el consumo de agua del grifo, cuyo flúor y cloro deprimen el sistema inmune.
- Comer abundante fruta y verdura con vitamina C, que nos ayudará a mantener activo el sistema inmune y aumentar los antioxidantes. Los arándanos rojos serán unos grandes aliados en la prevención de infecciones urinarias.
- Tomar alimentos probióticos, como el kéfir o el yogur.
- Si tenemos un sistema inmune débil, evitemos acercarnos a personas con enfermedades infecciosas.
- Alejémonos del estrés, pues destruye la flora bacteriana intestinal.
- Si ya estamos tratándonos de candidiasis, que nuestra pareja también adopte medidas de prevención y tratamiento.