El acné hormonal surge en respuesta a cambios hormonales, especialmente por el aumento de andrógenos, como la testosterona, que provocan una mayor producción de sebo (aceite que evita que la piel se nos seque).
Se presenta en distintas formas:
- Puntos negros, puntos blancos o pequeños granos: normalmente no están inflamados, ni causan dolor o hinchazón.
- Quistes o pústulas: lesiones inflamadas y profundas bajo la piel, sensibles al tacto y que causan dolor, irritación y enrojecimiento.
Durante la pubertad, el acné hormonal aparece en la zona T: frente, nariz y barbilla.
En la edad adulta, el acné hormonal aparece en la zona U: cuello, parte inferior de las mejillas, y alrededor de la mandíbula y la boca.
Cuando aparece en edad adulta, los comedones o ‘poros obstruidos’ son menos abundantes, pero el acné es más severo. Las lesiones son inflamatorias y profundas, pudiendo dejar marcas y cicatrices.
¿Por qué aparece el acné hormonal?
Hay cuatro factores principales que favorecen la aparición de lesiones por acné hormonal:
- El aumento en la producción de hormonas testosterona, que provoca un aumento del sebo y propicia una piel grasa.
- Cuando la base de los pelos se bloquea, formando comedones o ‘poros obstruidos’ que pueden empeorar si hay infección bacteriana.
- La sobreproducción de células en la piel que se obstruyen cuando, normalmente, saldrían a la superficie y se eliminarían.
- Cuando el sistema inmunitario reacciona a las bacterias causando inflamaciones.
El acné hormonal puede darse a cualquier edad, y sus causas son variadas: menopausia, menstruación, embarazo, síndrome del ovario poliquístico, niveles altos de andrógenos, tabaquismo, cosméticos inadecuados, estrés, la polución o una mala alimentación, basada en alimentos con alto índice glucémico (incluyendo los carbohidratos simples).
Aunque es difícil prevenir el acné hormonal con seguridad, existen trucos sencillos a nuestro alcance para aliviar sus síntomas y evitar que empeore.
Tratamientos comunes para el acné hormonal
Existen tres tipos de acné: leve (no necesita ayuda profesional), moderado (necesita ayuda profesional, y presenta lesiones inflamadas y no inflamadas), grave (necesita ayuda profesional, y presenta lesiones inflamadas generalizadas).
El acné hormonal es resistente a los remedios convencionales y requiere un tratamiento farmacológico especializado, dirigido por un dermatólogo.
Los tratamientos más comunes para el acné hormonal trabajan desde dentro de nuestro organismo hacia afuera:
- Anticonceptivos orales: con principios activos que apunten a las hormonas que contribuyen al acné.
- Fármacos antiandrógenos: actúan disminuyendo los andrógenos en nuestro organismo, permitiendo que nuestros niveles hormonales se estabilicen.
- Retinoides: se aconsejan cuando el acné es leve, y se usan en formato crema, gel o loción. Requiere usar protector solar, porque los retinoides aumentan el riesgo de padecer quemaduras solares.
También existen plantas medicinales para tratar este trastorno. Tomemos la precaución de hablar con el médico antes de tomarlas y asegurarnos de que no interactúan con ninguno de nuestros medicamentos, y pidamos información sobre la frecuencia de uso recomendada para nuestro tratamiento, entre otras preguntas que nos puedan surgir.
A la hora de comprar plantas medicinales, lo mejor es preguntar a nuestro farmacéutico acerca del formato más adecuado para nuestra dolencia y el modo más adecuado de usar la planta recomendada. Encontraremos:
- Aceite del Árbol del Té: el aceite del Árbol de Té disminuye la inflamación y alivia los síntomas del acné leve o moderado.
- Alfa hidroxiácidos: ayudan a eliminar el exceso de células muertas que obstruyen nuestros poros y también minimizan las cicatrices, estimulando la formación de colágeno nuevo; cuando usemos estos ácidos debemos ponernos protector solar.
- Té verde: disminuye la inflamación, aliviando los síntomas del acné leve o moderado.
- Albahaca: ayuda a eliminar las impurezas de nuestra piel y a reducir el sebo.
- Clavo de olor: su eugenol actúa como antiséptico natural, ayudando a eliminar las marcas provocadas por el acné.