Como muchos otros insectos, las avispas ponen sus huevos en primavera.
Esto implica que el verano es la época del año en que sus colonias están en el punto más álgido, con un mayor número de integrantes y necesidades de alimentación crecientes.
Principal motivo por el que julio y agosto son los meses más propicios para sufrir una picadura de avispa.
Maneras de evitar la picadura de avispa
Evitar la picadura de una avispa no es complicado. Pero supone seguir una serie de directrices, cada vez que salgamos a disfrutar de la naturaleza y hasta que llegue el invierno.
Las recomendaciones generalmente compartidas, entre el personal especializado, para evitar una picadura de avispa son:
- Tener cuidado al comer en espacios abiertos: cerrar botellas y tuppers (ojo con las latas porque tienden a meterse dentro), mantener los alimentos envueltos, mirar la comida antes de metérnosla en la boca y alejarnos de zonas donde haya restos de alimentos, contenedores de basura, árboles frutales o campos de flores.
- No usar colonia ni cremas perfumadas, si vamos a pasar el día al aire libre.
- Eludir las prendas con colores vivos, especialmente en amarillo o similares.
- No cortar el césped cerca de nidos o colmenas.
- Evitar ir descalzos, sobre todo cerca de fuentes de agua (piscinas, fuentes, ríos, pantanos, duchas, etc.…).
- No acercarnos a nidos de avispas ni panales de abejas (muchos nidos de avispas están ubicados en el suelo).
- Viajar con las ventanillas cerradas. Si nos desplazamos en moto, bicicleta o descapotable, tener en cuenta que las avispas pueden chocar contra nosotros.
- En excursiones al aire libre, procuremos tapar la mayor parte del cuerpo posible, metamos la camiseta por dentro del pantalón y apliquemos repelente de insectos allí donde la piel quede al descubierto.
- En caso de que la avispa revolotee a nuestro alrededor, lo mejor es permanecer quietos, realizar movimientos muy lentos hasta que se vaya o alejarnos lentamente.
- Si nos ha picado, salgamos con calma de la zona, pues podría atacarnos de nuevo.
- Si somos alérgicos, debemos llevar siempre una inyección de epinefrina en nuestro botiquín de viaje o botiquín de montaña. Pero, ante todo, evitemos caminar por el campo en época de floración.
- Llamar a un profesional para deshacernos de nidos de avispas construidos en nuestra casa o en las inmediaciones.
Identificar la picadura de avispa
La picadura de avispa, en personas no alérgicas, causa una reacción localizada no mayor de diez centímetros de diámetro.
En el centro tendrá un pequeño bulto blanco, de un tamaño menor de un centímetro, con bordes bien definidos y en el que podremos apreciar el lugar exacto en el que la avispa clavó su aguijón.
Suele ir acompañada por el enrojecimiento de la zona, escozor, picor y un dolor intenso que suele durar entre 24 horas y tres días.
Así como, en personas no alérgicas la picadura de una avispa no supone un riesgo de salud, en personas alérgicas la picadura de avispa puede propiciar un choque anafiláctico, considerado una emergencia médica que podría llevar a la muerte.
Los remedios para la picadura de avispa tendrán, por lo tanto, algunas diferencias; según se trate de personas alérgicas o no alérgicas. Pero serán comunes tanto para adultos como para niños o bebés.
¿Por qué me pican las avispas?
Aunque las avispas comen, principalmente, néctar, también cazan insectos, como orugas o abejas, para usar sus proteínas como alimento para sus larvas.
Sienten atracción por los olores intensos y dulces, como perfumes o alimentos con azúcar o fructosa.
Se acercan a fuentes de agua para beber y les atraen los colores vivos, en especial el amarillo.
Al igual que las abejas, las avispas pican a los humanos únicamente como sistema de defensa, bien porque se sienten directamente amenazadas o bien para proteger sus nidos.
Pero, el ataque de avispa es más peligroso que el de una abeja. Sobre todo porque, al no perder el aguijón, no mueren aunque nos piquen varias veces seguidas.
Por este motivo, si nos pica una avispa, lo primero que debemos hacer es alejarnos despacio de la zona del incidente, para no alterarla y provocar que nos pique de nuevo.